martes, 1 de febrero de 2011

Aaaat... ¡chis!

No hace falta ser un lince para adivinar que la entrada va sobre el estornudo. Todos hemos estornudado un montón de veces, así que sabemos de qué hablamos. Sin embargo, es posible que no sepáis que la costumbre de decir "Jesús" o "salud" (o "bless you", los de habla inglesa) a quien acaba de estornudar tiene su origen en una práctica supersticiosa de finales del siglo VI, durante una epidemia de peste que afectó a Europa. Por aquel entonces se creía que la peste entraba durante el estornudo, lo que se podía evitar protegiendo al estornudador con tan mágicas palabras.
Quizá tampoco sabéis que no se puede estornudar con los ojos abiertos. Hay quien dice que si se estornudara con los ojos abiertos estos podrían salirse de las órbitas, lo que no tiene ningún fundamento. Otro dato interesante es que el estornudo sale de la boca a unos 55 a 65 km/h (medido experimentalmente en el programa Mythbusters, así que no os creáis las velocidades de 160 km/h que aparecen en la mayoría de webs que hablan de ello), y que deja gérmenes en unos 5 metros cuadrados.
Lo que no quizá tampoco sabíais es que alguien grabó a gente estornudando y lo editó a cámara superlenta, para que disfrutemos (un decir) con las imágenes. Lo mejor, las caras (estupendos los vibratos labiales); el inconveniente, los mocos. Todo vuestro:

2 comentarios:

  1. La historia de que el decir "Jesús" cuando alguien estornuda empezó en la Edad Media se me antoja un tanto mitológica. A mi también me la explicaron en el colegio pero mas tarde descubrí que ya entre los griegos y entre los romanos el estornudar resultaba de buen o mal augurio dependiendo del momento. Se pueden ver ejemplos de esto en La Odisea para los griegos y en El Satiricón de Petronio para los romanos.
    No es imposible que la costumbre de mencionar a tu dios venga de una epidemia de peste pero, vistos los antecedentes, también me parece lógico pensar que podía existir una costumbre similar desde mucho antes.

    El video es ciertamente hipnotico. Sabes que no te apetece ver los mocos de la gente volando pero te lo ves hasta el final.

    Un saludo.

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